El trasplante capilar es una de las tantas formas de tratamiento para la calvicie y, a diferencia de los otros procedimientos, éste tiene mayor porcentaje de casos de éxitos, con resultados visibles que perduran en el tiempo.
Este procedimiento quirúrgico se usa para repoblar, con cabellos sanos, la parte del cuero cabelludo que tenga calvicie o en otras zonas del cuerpo que el paciente requiera como: barba, cejas, etc.
Actualmente el tipo de trasplante capilar a la vanguardia y más avanzada por su acabado estético y natural, es el de la técnica FUE (Follicular Unit Excision), la cual se caracteriza por no dejar huellas visibles en la zona donante.
¿Cómo funciona?
Básicamente es tomar los cabellos de una región sana y pasarlos a las zonas donde ya no existen.
Para este proceso los especialistas diseñan el área a repoblar, con el objetivo de que el resultado final tenga un acabado natural acorde con la edad del paciente.
Es muy importante resaltar que todo paciente debe pasar por un proceso de evaluación y diagnóstico para detectar las causas de la calvicie, grado de avance y número de unidades foliculares que se necesitan en caso de ser candidato a trasplante capilar.
¿Cuál es el procedimiento?
Luego de realizado los análisis y aprobada la cirugía por el médico tratante, en el caso de los hombres, se rasura todo el cabello del cuero cabelludo. En las mujeres, por razones estéticas y según la cantidad de cabello que necesite, se corta solo el del área donante.
Se desinfecta toda la zona capilar, luego se aplica anestesia local para proceder con la primera fase: extracción de las unidades foliculares.
Para esta primera fase se usa una herramienta muy pequeña llamada “punch”, con ella el cirujano realiza los cortes de cada unidad folicular de manera intercalada y los extrae, ubicándolos en un recipiente especial para su conservación. Dichos folículos pueden llegar a tener desde 1 hasta 6 cabellos.
Luego del conteo y limpieza de las unidades foliculares, se procede a la segunda fase, el diseño del área a trasplantar, donde se realizan los “orificios” en la piel a través de un microbisturí a cargo del médico cirujano.
Finalmente se procede a tercera y última fase que es el implante de las unidades foliculares donantes, donde con la ayuda de pinzas especiales se coloca cada unidad folicular en el área diseñada previamente con el microbisturí.
Es importante que el paciente tenga de conocimiento que antes del iniciar la fase del implante el podrá corrobora el número de unidades foliculares al igual que el número de cabellos que fueron extraídos de su zona donante.